Por Darío Cortés.
Así se presenta la multifascética Franzen: actúa, dirige y escribe. Tiene una energía imparable. #DTDLQP le realizó una entrevista en donde la autora anuncia dos estrenos. En una de las obras ("Maternika") es la directora y la autora. En otra obra, Sandra Franzen es la autora ("Un susurro de alas") dirigida por Grace Pereyra. En la entrevista se plantea la cuestión de "género" en el teatro y las letras escritas por mujeres, un espacio que hay que seguir conquistando con textos producidos por mujeres, sostiene Franzen. Agrega: "La mujer escribe desde siempre, a la par que el hombre, solo que no nos quieren ver. Prefieren tenernos en segundo plano, en las sombras. Se dice que no se nos estudia en los espacios académicos porque somos pocas. Eso es falso". Conozcamos su mirada y en dónde podes ver sus dos estrenos recientes y próximos.
DESDE SEPTIEMBRE: (YA EN CARTEL)
PRÓXIMO ESTRENO:"MATERNIKA" con dramaturgia y dirección de Sandra Franzen. Elenco: Susana Car, Kari Hernández y Andrea Villamayor
ENTREVISTA
Darío Cortés - ¿Por qué la Historia no incluyó a las mujeres escritoras, salvo escasas excepciones,tanto en los programas de estudio como en los movimientos literarios?
Sandra Franzen - Como dice la actriz y pintora Jemima Kirke: “En el arte siempre ha
habido mujeres pero han sido los hombres los que han escrito los libros de Historia”. No sólo no se han incluido en los compilados y antecedentes
literarios sino que hoy día no se incluyen en las currículas de estudio de las
carreras afines como dramaturgia por ejemplo. No nos incluyen en las
programaciones de los teatros oficiales, en los premios, etc. La excusa es
que no hay o somos pocas. Lo cual es falso, absolutamente. No nos han
visibilizado ni nos han puesto en valor. Las escritoras mujeres han permanecido
en los segundos planos, en las penumbras por distintas razones. Siempre hemos existido sólo que no nos quieren
ver.
DC - ¿Por qué escribir Teatro y no otro género?
SF - En mi caso, el acercamiento con la escritura viene del teatro
concretamente. Primero fui actriz, luego dramaturga y finalmente directora,
como una exploración más dentro del quehacer teatral. Tengo escritos algunos
cuentos, pero lo mío es la dramaturgia porque me interesa contar historias que
se puedan mostrar en un escenario.
DC - ¿Qué ventajas tienen algunos géneros con respecto a algunas temáticas que no tengan otros (por ejemplo diferencias temáticas -si las hay - entre obras de teatro, cuentos y novelas)?
SF - No creo que existan límite ni diferencias en cuanto a temáticas para
abordar. Creo que todos los géneros permiten hablar de todo. En Teatro
concretamente se puede escribir sobre batallas, barcos surcando mares, tornados
que arrasan pueblos, etc. No hay límites. En los talleres de Dramaturgia es
recurrente que los alumnos se limiten en lo temas, cantidad de personajes o
lugares donde transcurren la historia, preocupados por cómo se lleva a escena. Siempre digo: “Ese no es tu problema, sino de quién lo dirija. No te
limítes”. También es cierto que a veces estamos condicionados por las producciones
propias del Teatro independiente, eso
también hace que los artistas tengamos que ser más creativos.
DC - ¿Es el disparador histórico de algún personaje lo que te lleva a escribir sobre una figura específicamente o es la misma escritura que va descubriendo un personaje de la Historia?
Por ejemplo en “La Joya más preciada” que escribimos con Patricia Suárez y tiene como
protagonista a George de Kent, que es una personalidad de la monarquía inglesa, nos encontramos con esa cuestión. El personaje nos condujo a escribir
la obra de teatro. Si bien es un personaje real, también fue un disparador para ficcionalizar sobre lo que queríamos contar: la imposibilidad de ser, la obligación que oculta el verdadero deseo.
DC - De alguna forma se cree que antes de la publicación, en 1939, de “Un cuarto propio” de Virginia Woolf o la excepción de Jane Austen, las mujeres escritoras como las hermanas Brontë no tenían un espacio específicamente para escribir. A lo largo de la Historia las mujeres escribían donde podían, de a ratos, a escondidas o con un seudónimo masculino. Se cree que la mujer con su propia voz y letra, con su propio escritorio y cuarto de lectura empezó con ella. ¿Qué pensás al respecto?
SF - No podría decirte con exactitud en qué momento histórico la
mujer comenzó a escribir con su propia voz, presentándose al mundo. Me atrevo a pensar
que ya había escritoras anteriores a ellas. Woolf tuvo la lucidez y la inteligencia de
conceptualizar esa realidad y cambiar el paradigma de sexo y género como Simone de Beauvoir lo hizo con la publicación de El segundo sexo en 1949, reflejando en este y otros textos, las problemáticas femeninas en épocas en las que
las mujeres no pensábamos en esos términos, ni la sociedad pensaba en los términos actuales por los que se sigue luchando. Para mí, las mujeres escribimos
desde siempre.
DC - ¿Qué le pasa a una mujer en el proceso de escritura a diferencia de lo que le pasa al hombre?
SF - Supongo que nos pasan las
mismas cosas: ansiedades, caos, frustraciones, todo lo que ocurre en el proceso
creativo que es desordenado pero reparador. No creo que seamos distintos en eso. En todo caso nosotras lo hacemos desde un lugar que hemos ido
ganando en el tiempo.
DC - ¿Por qué se denota una cierta fascinación hacia el pasado en tus obras, hacia el paso del tiempo o una mirada tan específica a la Historia?
SF - Depende de cada proceso, en el caso de "El Corazón del Incauto", la época
en que transcurre (década del 30) es fundamental a los efectos dramáticos ya
que la temática que aborda y cómo es tratada tiene un sentido para ese momento
histórico. Si se ubica en otra época sería otra historia. Tanto
Patricia Suárez como yo, estamos muy atravesadas por los temas de la migración, de la
identidad. Esto requiere una exploración temporal amplia, por eso nuestras
historias se cuentan en los años 30, 40 y 50. Concretamente en "No Es Amor Es
Deseo - Una historia en Tres Episodios" que presentamos el año pasado en el Teatro Tadrón, al preguntarnos qué sería de “María” ( personaje de "El
Corazón del Incauto") treinta años después, naturalmente nos llevó a pensar una
historia que transcurra en distintas
décadas, lo cual le dio un color dramático específico y propio al relato, teñido por el paso del tiempo, por la Historia.
DC - ¿Qué sentís con respecto a los clásicos, con sus autores y aquellos personajes tan emblemáticos que escribieron los hombres: Medea, Antígona, Fedra, Julieta, Electra, Yocasta, Eurídice, Ifigenia, Lisístrata, Nora, entre otras?
SF - Es interesante este punto porque a lo largo de la Historia, el hombre ha
escrito mucho más acerca de las mujeres que las mujeres acerca de los hombres. Primero porque
no lo teníamos permitido, luego cuando pudimos escribir no se visibilizaba lo
escrito y finalmente porque escribimos sobre otros temas. En la mirada de los
hombres a través de la Literatura, hemos sido heroínas, mujeres resolutas,
asesinas, hechiceras, madres incondicionales, hemos enfrentado el poder del hombre, etc.
Pero lo cierto era que en la realidad las mujeres no podíamos ni escribir, ni
ganar nuestro propio dinero, ni vender ni comprar sin la aprobación del marido, ni
votar, ni tener la patria potestad de los hijos, ni decidir sobre nuestro
cuerpo, tema que todavía aún hoy increíblemente lo deciden los varones que son
mayoría en la Legislatura y en los espacios de poder. Esa paradoja es muy
interesante y para pensar.
DC - ¿Cómo se vive el hecho de producir constantemente escritura y ver plasmada frecuentemente tus obras - o las de Patricia Suárez - en la cartelera de teatro local?
SF - Como decís, nuestra escritura como la de otras tantas dramaturgas se
representan constantemente en el circuito del teatro independiente pero no se
refleja lo mismo en el teatro oficial, que de hecho es dónde está el dinero y
esto lo convierte en un tema laboral dominado todavía por los hombres. Si tenemos tanta presencia en el
off, nos preguntamos ¿Por qué no estamos en los lugares de decisión?
¿Por qué no recibimos premios? (en los ACE última edición, fueron nominados 5
dramaturgos varones) ¿Por qué no estamos programadas en los teatros oficiales? ¿Por
qué no estamos programadas en los festivales de teatro con más frecuencia? De ahí la
importancia de impulsar la Ley de Paridad Teatral en los teatros oficiales, Ley
que por ejemplo ya existe en varios países y en España especialmente desde 2007,
a fin de garantizar una igualdad de trato y oportunidades entre mujeres,
hombres y géneros no binarios en todo lo concerniente a la creación, producción
y difusión de la actividad teatral e intelectual. Ley que tiene una gran
resistencia tremenda por parte del oficialismo, generando incluso diversas reacciones
entre las mujeres. La ausencia de
mujeres en esos espacios que reclamo no significa falta de capacidad sino falta de oportunidades, de igualdad, de cuestiones de equidad entre autores y autoras. Es necesario seguir conquistando espacios en pos de la igualdad.
DC - ¿De qué falta hablar en el teatro escrito por mujeres en relación con la cuestión de género? ¿Sobre qué cosas hay que seguir ahondando?
SF - La temática de género tiene
una dinámica permanente, día a día aprendemos cuestiones nuevas, nuevas miradas, denominación de géneros no binarios, entre otros temas. Somos realmente ignorantes en estos
espacios, aún. Queda mucho por contar, por decir. Si las mujeres
aún tenemos que pelear por nuestros derechos, imaginen la comunidad de género no
binario, que busca su reconocimiento en las Leyes que siempre llegan un paso
más tarde, plasmando lo que sucede en la sociedad desde hace tiempo. Desde la
creación artística, en cualquiera de sus disciplinas aventajamos a la Ley. Las producciones literarias están por delante de los cambios de paradigmas sociales con respecto a estos temas. Hoy las mujeres podemos hablar, incomodar, dialogar y ponernos en primer plano porque siempre fuimos desplazadas.
Los artistas en general tenemos la obligación de proponer y de provocar, entendiendo la
provocación como movimiento, incitación, revolución y diálogo.
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