Por Darío Cortés.
La obra dirigida por Ciro Zorzoli y escrita por Gonzalo Demaría lleva al paroxismo una aparente y calma reunión de cuatro amigas “bien”. Un elenco de luxe, cuatro actrices que se juegan: Barrientos, Flechner y las hermanas Guerty.
“La verdadera religión
es aquella que evita que los pobres maten a los ricos”
Napoleón Bonaparte.
La comedia Tarascones pone en acción a cuatro amigas que al cabo de unas horas y llevadas por la circunstancia, habrán dicho más de lo que en otro momento se hubieran animado a decir.
Como es habitual, Zulma, Martita, Estela y Raquel, señoras de clase acomodada, se reúnen para compartir una tarde de té, charlas y juego de canasta pero esta vez un crimen inesperado, altera el programa y convierte ell living de la casa de Raquel en “la hoguera donde se ejecutará a la bruja maldita” pero ¿Quién es la bruja? ¿Quién es la más maldita de todas? Hay una que sin lugar a dudas merece estar en la hoguera. La tarde se empieza a poner negra.
Así como Jean Genet juega con la relaciones de poder entre la criada y la señora de la casa, en esta logradísima comedia, a través de la excelente combinación de dirección de Zorzoli y dramaturgia de Demaría más las destacadas actuaciones, el espectador presencia esos juegos de poder también ente las amigas en un encuentro infernal y delicioso, dialogado en verso. La acción sucede en un living selvático donde se respira un aire de Genet a lo rioplatense o a un Almodóvar en Recoleta. El todo reunido en el escenario logra una propuesta excelente, con estilo propio y único.
La platea del teatro El Picadero explota en carcajadas, las actuaciones son una más desopilante que la otra. Hay un destacado y equilibrado lugar para cada una de las consagradas actrices.
Eugenia Guerty logra una vez más jugar con todas las posibilidades del lenguaje y de la corporalidad en una interpretación que hechiza. Puede ser grosera y lasciva hasta volverse onírica con los más frenéticos y erotizantes versos de Safo. Alejandra Flechner es un volcán de verborragia calibrada e interpretación explosiva. Compone un monstruo de la escena abominable, detestable y encantador. Paola Barrientos trabaja al detalle, asumiendo el rol de una criatura entre moribunda y borracha. El amplio arco en su interpretación (con las diversas formas de reírse, comentar, mirar, comer, desplazarse, escupir miserias ajenas, esconder las propias disimuladamente) es cautivante. Marcela Guerty – recientemente incorporada al elenco en un reemplazo por Abril y Mayo de la actriz Susana Pampín – sorprende gratamente por adaptarse a este engranaje como si formara parte del mismo desde hace más tiempo. Compone a una aparentemente frágil y oscura señora que inquieta y divierte en cada texto.
Tarascones lleva al extremo una reunión supuestamente calma entre cuatro amigas de alta alcurnia para sacudir al espectador en un viaje por un tren fantasma disparatado. Después de ver esta comedia queda la cabeza embriagada de risa, envuelta en carcajadas y verdades.
Créditos:
Funciones
Viernes y sábados, 20 h.
Domingos ,19 h.
Lunes, 20.30 h
Viernes y sábados, 20 h.
Domingos ,19 h.
Lunes, 20.30 h
TEATRO EL PICADERO, Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA
ENTRADAS POR
PLATEANET y EN EL TEATRO
Staff:
Escenografía - Cecilia Zuvialde
Iluminación - Eli Sirlin
Vestuario - Magda Banach
Música - Marcelo Katz
Ilustración - Agustina Fillipini
Diseño gráfico - Diego Heras
Foto - Alejandra López
Producción - Cooperativa Tarascones
Iluminación - Eli Sirlin
Vestuario - Magda Banach
Música - Marcelo Katz
Ilustración - Agustina Fillipini
Diseño gráfico - Diego Heras
Foto - Alejandra López
Producción - Cooperativa Tarascones
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